Brugada Molina llamó al Congreso capitalino a generar la Ley de Aguas de la Ciudad

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Iztapalapa, 23 de marzo.- La Alcaldía Iztapalapa está lista para atender la demanda de agua de sus ciudadanos
durante la temporada de estiaje, principalmente en los meses de abril y mayo, cuando
será más severa la escasez del líquido, aseguró la alcaldesa Clara Brugada Molina, y
agregó que en la demarcación se ha implementado un operativo con pipas propias y
rentadas para llevar el agua de manera gratuita a donde se requiera.
Al participar en el Foro del Día Mundial del Agua en el Congreso de la Ciudad de México,
Brugada Molina expuso que en Iztapalapa se instalaron módulos de atención en las
colonias donde hay escasez de agua para que la gente, sin distinción alguna, vaya a
solicitar el abasto, “sin pasar la madrugada esperando, sin estar correteando una pipa,
peleándose con los piperos, sino que va a un módulo y pide las pipas”. Añadió que el
jueves se realizaron 750 viajes de carros tanque para atender la demanda.
Informó también que se ha exhortado a los habitantes de la demarcación, especialmente
en las zonas con mayor problema de abasto, a prepararse para las próximas semanas
mediante la acumulación de agua, aprovecharla y reutilizarla al máximo, reparar las fugas
en las tuberías domésticas y avisar de rupturas en la red, entre otras medidas para
enfrentar con éxito el estiaje.
En su exposición, la alcaldesa sostuvo que es necesario redistribuir el agua disponible en
la Ciudad de México para abastecer equitativamente a todas las alcaldías, pues existe
líquido suficiente para ello, y convocó a los diputados del Congreso capitalino a generar la
nueva Ley de Aguas que establezca los derechos de los habitantes de la metrópoli en
este rubro, como tener acceso a este recurso natural de manera continua y gratuita, entre
otros.

Clara Brugada y Guadalupe Aguilar Solache.

En el foro, organizado por la Comisión de Gestión Integral del Agua del Congreso
capitalino, destacó la importancia de acabar con la desigualdad que históricamente ha
sufrido Iztapalapa en materia de abasto de agua, pues a pesar de la cantidad que la
Ciudad de México recibe de los sistemas Lerma y Cutzamala, al oriente de la capital llega
muy poco líquido.

La primera tarea, subrayó, es lograr “que el agua que tiene la ciudad se redistribuya, y
eso implica generar un plan de infraestructura hidráulica para que el agua del poniente
llegue al oriente; que en las zonas con más abundancia eviten que se desperdicie y que
llegue a Iztapalapa”.
También propuso la emisión de una Carta de Derechos del Agua en situación de
emergencia, en la que todos los niveles de gobierno –federal, de la ciudad y las alcaldías–
entren a apoyar las zonas donde el estiaje genere desabasto de líquido y no se deje el
tema sólo a los alcaldes. Se trata de garantizar que toda la población tenga un mínimo de
agua diario.
Frente a diputados locales, defensores de derechos humanos, especialistas en materia
hidráulica y público en general, la alcaldesa de Iztapalapa destacó la contradicción de que
la Ciudad de México tenga una disponibilidad per cápita de agua potable superior a
muchas ciudades del país y del mundo pero que no alcanza a cubrir a todos.
En la capital mexicana hay más de 1.5 millones de personas recibiendo agua por tandeo,
una vez a la semana o cada 15 días. En Iztapalapa, aunque la red secundaria de agua
potable alcanza ya prácticamente al 100 por ciento de las viviendas, aun hay 600 mil
personas que reciben agua por pipa y no por la tubería.
Agregó que a pesar de la disponibilidad del líquido, en esta ciudad “hemos alterado el
ciclo de agua; sobreexplotado nuestros pozos y cubierto de asfalto las zonas de recarga.
Esto tiene consecuencias. Cada año el agua inunda zonas importantes de la ciudad y
aparte la ciudad se fractura. Tan sólo en Iztapalapa hemos contabilizado más de 2 mil 500
grietas de diferente magnitud”.
Este, aseveró, “es el panorama de esta conmemoración. Nos obliga a repensar el modelo
de gestión hídrica que no garantiza el ejercicio de este derecho a todos sus habitantes;
sobreexplota y contamina nuestro acuífero y de otras cuencas, provoca hundimientos y
grietas, estimula la ocupación de las zonas de recarga del acuífero, contamina y entuba
los cuerpos de agua vivos, desaprovecha el agua de lluvia y fomenta el consumo de agua
embotellada”.
Por ello, además de implementar un nuevo sistema de obtención y distribución del agua
en la Ciudad de México, es necesario que, a partir de las disposiciones de la Constitución
capitalina, el Congreso local genere la nueva Ley del Agua que establezca las
obligaciones de autoridades y ciudadanos para hacer una gestión sustentable de este
recurso, para contener la crisis hidráulica que ya sufre la metrópoli y para revertir la
desigualdad en el suministro de agua potable.

La alcaldesa de Iztapalapa participó en la primera mesa de este Foro, efectuada en el
auditorio Benito Juárez del Congreso de la Ciudad de México, al que asistieron la
presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Nashieli
Ramírez Hernández; la representante de la asociación civil Agua para todos Agua para la
Vida, Elena Burns, así como la presidenta de la Comisión de Gestión Integral del Agua,
Guadalupe Aguilar Solache, entre otros.(Boletín)

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