Iztapalapa, 15 de marzo.- En el Museo del Fuego Nuevo, en el Cerro de la Estrella tuvo lugar la tradicional conferencia de prensa anual para dar a conocer el elenco principal de la 181 Representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo de los 8 Barrios de Iztapalapa, así como el operativo de protección civil y seguridad que pondrán en marcha las autoridades de la Alcaldía.
Alfonso Reyes, Presidente del Comité Organizador de la Semana Santa de Ixtapalapa AC, Cossiac, informó que los trámites ante la UNESCO para que esta representación de la Pasión de Cristo se agregue al Catálogo del Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad concluyeron exitosamente, con el apoyo de funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores y del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
José Antonio Jiménez Islas, encargado del despacho de la alcaldía Iztapalapa, puntualizó que este año se espera una derrama de 310 millones de pesos y que se desplegarán más de 3 mil elementos de las secretarías de Seguridad Ciudadana, de la Defensa Nacional, Guardia Nacional, y de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Garantizamos que quienes acudan, pero además quienes participen, lo harán en completa tranquilidad. La representación de Semana Santa en Iztapalapa ha perdurado por 181 años gracias a la participación de la comunidad de los ocho barrios de Iztapalapa que aman a su tradición y que tienen una firme convicción por refrenar el ex voto realizado al Señor de la Cuevita, por sus antepasados, dijo Jiménez Islas.
Un acontecimiento de la relevancia que tiene la Representación de la Pasión de Cristo de los 8 Barrios de Iztapalapa tiene un origen preciso en el tiempo. Hay otras escenificaciones en pueblos y colonias con poca o mucha antigüedad, pero la escenificación popular que ha trascendido hasta llegar a ser Patrimonio Cultural Intangible de México y aspirar a ser inscrita en el Catálogo del Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad, tiene su origen en 1833, por un milagro atribuido a una imagen del Santo Sepulcro.
Historiadores como Luis Garduño y Eduardo Ontiveros, en su “Mural de la Pasión de Ixtapalapa”, dicen: “Cuando los señores de Oaxaca venían a la Ciudad de México cargando la imagen de su santo patrono para llevarlo a reparar, una noche tuvieron que refugiarse en una cueva del Cerro de la Estrella. Al día siguiente, para reanudar la marcha cuando intentaron levantar de nueva cuenta la figura del Cristo yacente en el sepulcro, no pudieron hacerlo. Sin importar cuanto esfuerzo pusieran en ello el resultado fue el mismo, era imposible mover la imagen. Así, interpretaron que el santo quería quedarse en la cueva y la donaron al pueblo de Ixtapalapa que le construyó una ermita en el lugar”.
Una ermita que al paso del tiempo se convirtió en un santuario que en el Siglo XXI adquirió la jerarquía de Catedral cuando la Arquidiócesis dio a Iztapalapa la categoría de diócesis y nombró al Abad de la entonces Parroquia del Señor de la Cuevita, Obispo. El templo católico más importante de Iztapalapa tiene un arraigo popular que viene desde 1833 gracias al milagro concedido.
En 1833 a raíz de una epidemia de cholera morbus, como un último recurso para detener los fallecimientos por la diarrea mortal, los iztapalapenses sobrevivientes invocaron al Señor de la Cuevita, quien milagrosamente acabó con la enfermedad y salvó a los habitantes. En agradecimiento le erigieron un santuario en sustitución de la vieja ermita. El Señor de la Cuevita sigue ahí.
Una década después y en agradecimiento al milagro que libró al pueblo de la epidemia de cholera morbus dio inicio la representación de la Semana Santa en Ixtapalapa, que reúne el esfuerzo de los habitantes de los 8 Barrios fundadores. El teatro de masas tiene aquí un ejemplo de participación popular; no es la escenificación evangelizadora que ocurre en otras latitudes. Es una singular muestra del sincretismo de las tradiciones del México anterior a la invasión europea, amalgamadas con la puesta en escena del clásico de nuestra cinematografía: El Mártir del Calvario, en una versión libre de algunos destacados integrantes del Comité Organizador de la Semana Santa en Ixtapalapa, Cossiac.
Con una historia tan rica y compleja, la Representación de la Pasión de Cristo de los 8 Barrios de Iztapalapa llega al siglo XXI como un impresionante teatro de masas, que transforma por una semana a las casas del viejo y deteriorado casco del pueblo original de Ixtapalapa en un Jerusalén latinoamericano. Escenario magnífico por cuyas calles miles de vecinos escenifican a judíos, fariseos, romanos a caballo, habitantes de Jerusalén, asimismo, miles de personas de todas partes de la ciudad, caracterizados de nazarenos pagan su “manda” prometida al Señor de la Cuevita por concederles un milagro, cargando una cruz de madera, descalzos, los 8 kilómetros del viacrucis de 7 Estaciones de Jesús, que culmina con la escena de la Cruxificción en el Cerro de la Estrella, transformado para la ocasión en una colina llamada Calvario.
Los papeles protagónicos de la escenificación se ponen a concurso entre los habitantes de Los 8 Barrios, que deben además ser católicos, solteros, de acuerdo al papel, sin vicios y sin tatuajes. Vale señalar que hay un diseñador de vestuario y varias maquillistas especializados; cada participante en la puesta en escena se compra su vestuario y paga la caracterización de su personaje.
La corona de espinas y la cruz son elementos centrales en el drama que tiene lugar en Jerusalén – Ixtapalapa. Implica un procedimiento de manufactura muy especial y tradicional. La responsabilidad de fabricar estos dos iconos de la representación la tienen las familias Reyes y Juárez. La legendaria Casa de los Ensayos, que en la escenificación se transforma en Cárcel, es propiedad de la Familia Cano.
En la Macro Plaza integrantes del Cossiac construyen tres gigantescos escenarios que tardan en ser fabricados varias semanas de trabajo. Sus decorados, dimensiones, la cantidad de personas que van a actuar sobre ellos, las características del Palacio de Herodes, las escenas de los Concilios, la Última Cena, la Danza de los 7 Velos en el Palacio de Poncio Pilatos, hacen de la puesta en escena una vibrante muestra del teatro de masas más importante de Latinoamérica.
Gaceta de Iztapalapa platicó con Roberto Guillén, quien es integrante del Cossiac, director de algunas escenas y diseñador de las escenografías que se construyen en la Macro Plaza y que serán utilizadas para dar vida, como desde hace 181 años, a la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo de los 8 Barrios de Iztapalapa.
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La edición 181 de la Representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo de los 8 Barrios de Ixtapalapa se realizará del 24 al 31 de marzo, en escenarios naturales del Cerro de la Estrella y en la macro Plaza de Iztapalapa.