Iztapalapa, 16 de noviembre.- La Cuarta Transformación de la vida pública del país debe tener como prioridad resolver el problema del agua mediante un cambio en el modelo de gestión del agua desde las cuencas, como la del Valle de México, donde se asienta la ciudad más grande del país, para que se aproveche el líquido de la mejor manera, lo cual es fundamental e imprescindible para la vida y la permanencia misma de la capital mexicana, afirmó la alcaldesa Clara Brugada.
La titular del gobierno de Iztapalapa planteó la urgencia de este cambio de modelo al participar en el foro La gestión del agua en el siglo XXI vista desde México, organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana, con la participación de académicos, funcionarios federales, empresarios y especialistas en el tema del manejo del agua y saneamiento, donde presentó la ponencia Contexto de la problemática y desafíos del agua en la Ciudad de México y en Iztapalapa.
En su intervención, Clara Brugada expresó su confianza en que ese cambio se lleve a cabo, ya que en el Gobierno de la República, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y de la Ciudad de México, a cargo de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, se tiene mucha claridad sobre este tema y “junto con las alcaldías tenemos la obligación de resolverlo no solo a través de grandes inversiones de entubar, sino por medio de un cambio de gestión del agua” en que se aprovechen mejor los recursos hídricos de cada región.
En el auditorio Pedro Ramírez Vázquez, de la Rectoría General de la UAM, la alcaldesa señaló que modificar el modelo de gestión que se ha tenido por décadas y que ha requerido enormes inversiones no es fácil, pero debe quedar muy claramente delineado hacia dónde debemos ir para resolver todos los problemas que hoy tenemos de agua y las universidades, los investigadores, los especialistas están listos para apoyar esta gran tarea.
La Cuarta Transformación, reiteró, debe enfrentar esos retos y escoger la mejor solución a mediano y largo plazos, pues, advirtió, “seguir haciendo lo mismo, lo único que garantiza es el colapso ambiental, humano y social de la Ciudad de México y de un conjunto más amplio de cuencas hidrológicas de México que se conectan e interrelacionan con la megalópolis”.
Además, alertó que “la sobreexplotación del acuífero cada vez hace más vulnerable a la ciudad y a sus habitantes”, lo cual “ha sido advertido reiteradamente en numerosos estudios publicados desde mediados del siglo pasado”. Expuso que tan sólo en Iztapalapa, esta práctica de extraer agua sin recargar los mantos ha generado la existencia de cercad de 2 mil 500 grietas sólo en las calles, sin considerar las que haya en viviendas, que dañan el sistema de drenaje e intervienen en generar inundaciones.
Subrayó que la desigualdad e inequidad es característica de este modelo de gestión del agua. Aunque la disponibilidad del líquido por persona al día en la Ciudad de México está por encima de muchas urbes del país y del mundo, “lo cierto es que tenemos muchas partes de la ciudad con grave escasez, donde la disponibilidad real de agua por persona es inferior al mínimo indispensable para satisfacer lo esencial”.
Son las zonas más pobres las que más padecen este problema y es donde más gastan más para satisfacer una necesidad básica y acceder a un derecho. Explicó que ante esta situación, en Iztapalapa se logró, cuando el jefe de gobierno era Cuauhtémoc Cárdenas, que se condonara el pago de agua, pues ésta no llegaba a muchas casas y donde llegaba era de muy mala calidad.
Indicó que, durante su administración en Iztapalapa, a partir de octubre de 2018 se han emprendido varias acciones para que la población ejerza su derecho constitucional al agua potable, más aún cuando en esta demarcación 600 mil personas reciben el líquido una vez cada 10 días por la tubería, lo cual es aún más grave en época de pandemia.
Detalló que se puso en marcha un sistema de distribución de agua con pipas a las colonias con escasez. Esta acción se intensificó a partir de la pandemia precisamente porque una de las principales medidas sanitarias es lavarse las manos constantemente y había que garantizar el abasto del líquido para ello y también para labores de limpieza en caso de que hubiera algún contagiado en casa.
Se repartieron “millones de litros de agua” con pipas que recorrían calle por calle y casa por casa para entregarla de forma universal, equitativa, directa y gratuita a todas las personas, a fin de que nadie se quedara sin ella.
Destacó que se han colocado 101 plantas potabilizadoras en escuelas públicas de educación básica de Iztapalapa. En esta acción se dio prioridad a las zonas donde el suministro por la red secundaria escasea y en ellos la Alcaldía lleva agua de muy buena calidad, que además es potabilizada aún más en las plantas para el consumo de los niños.
Así los niños y niñas ejercen su derecho constitucional al acceso al agua potable y se habitúan a tomar bebidas sin azúcar, lo que es muy importante para prevenir que en el futuro contraigan diabetes, enfatizó la alcaldesa al exponer, sólo como ejemplo, dos de las principales acciones de su gobierno para llevar agua a la población.
Al hablar de las disposiciones de la Constitución de la Ciudad de México en materia hídrica, resaltó que “logramos aprobar una de las redacciones más avanzadas del país. Cerramos las puertas y las ventanas a la privatización de la gestión del agua”, aunque ahora hay que generar las condiciones para que todo ello se cumpla y generar una Ley del agua local.
La alcaldesa estableció que en Iztapalapa “queremos una ciudad con agua potable en todas las viviendas, con aprovechamiento del agua de lluvia, que recupere su vocación lacustre, que limpie sus aguas residuales y las incorpore nuevamente al ciclo, que mejore notoriamente su calidad, coloque bebederos públicos y disminuyamos el consumo del agua embotellada como lo han hecho ya en otras ciudades a escala mundial”.
El foro fue inaugurado por el rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana, José Antonio de los Reyes Heredia, y participaron, entre otros, el relator especial sobre los Derechos Humanos al Agua Potable y al Saneamiento de la ONU, Pedro Arrojo Agudo; el subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Tonatiuh Herrera Gutiérrez; así como la directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, María Elena Álvarez-Buylla,
El subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera; la presidenta de la Comisión de Asuntos Legislativos del Senado, la legisladora Ana Lilia Rivera Rivera; la subdirectora general de Administración del Agua de la Comisión Nacional del Agua, Elena Burns, y el encargado del Programa Agua Saludable para la Laguna, Gabriel García Hernández, entre otros especialistas. (Boletín)