Dione Anguiano Flores: un año de trabajo y proyectos fallidos

A un año de de su toma de posesión, la jefa Delegacional en Iztapalapa, Dione Anguiano Flores, enfrenta un panorama complejo para lo que resta de su administración. Servicios de calidad, cultura de derechos y corresponsabilidad  ciudadana, los tres ejes que componen su estrategia de gobierno parecen naufragar por la presión social que pone en entredicho los avances de la actual administración.

Luego de 365 días de gobierno de Anguiano Flores problemas como la recolección y tratamiento de la basura, la movilidad al interior de la delegación,  la inseguridad traducida en robos a comercio, transeúnte y en microbús, siguen incontenibles. Megaproyectos de desarrollo urbano se encuentran detenidos y el comercio ambulante sigue invadiendo espacios públicos sin que nadie haga algo.

Inseguridad en Iztapalapa

Como ocurre cada año en la temporada de lluvias, el drenaje colapsó provocando “encharcamientos” en las colonias de siempre, sin que ni el gobierno central, ni el delegacional se atrevan a pensar diferente para poner en marcha un nuevo programa o estrategia para solucionar lo que expertos denominan “inundaciones crónicas”, en las que periódicamente los vecinos de las zonas inundadas pierden sus bienes.

La implementación del Sistema Múltiple de Alertamiento Temprano (SMAT), que mediante el uso de una escala de alertas previas a una precipitación pluvial que se envían vía whatsapp a mil 400 suscriptores, permitió reducir las afectaciones por las lluvias de este año. Sin embargo, los daños causados por las inundaciones del viernes 30 y el 25 de septiembre, por citar las más recientes, demostraron que no es suficiente.

Casa inundada en Vicente Guerrero.

Como tampoco fue suficiente la distribución de costales absorbentes para que la gente construyera una barrera que impidiera la entrada de agua de la calle debido a que las tormentas colapsaron el drenaje, haciendo que el agua negra brotara por las coladeras dentro de las casas.

El asunto del agua no termina ahí. La administración de Anguiano enfrentó este año la peor crisis de abasto de agua potable de la historia, ocasionada por cortes en el suministro ordenados por el Sistema de Aguas de la CDMX debido a trabajos de mantenimiento en el Sistema Cutzamala. Al igual que en el tema de las inundaciones la autoridad reaccionó a la emergencia con los mismos viejos y obsoletos planes para intentar hacer llegar a la población el liquido mediante pipas. Eso en los lugares donde existe alguna infraestructura hidráulica. En donde no, pues siguen igual.

Casas en la Sierra.

El tema del comercio en la vía pública es especialmente sensible en Iztapalapa. Datos oficiales de la delegación cifran en por lo menos en 200 mil personas que tienen en esta actividad su principal fuente de ingresos. Anguiano inició, sin éxito al momento, programas para ordenar y exigir higiene a las decenas de organizaciones de ambulantes de la delegación.

Los ambulantes han resistido las presiones de la delegación y mantienen sus viejos hábitos de invadir la vía pública e impedir el libre tránsito de los habitantes, llegando incluso a cobrar a los vecinos para no instalar sus puestos enfrente de la casa e impedir salida de un vehículo. También se hacen de la vista gorda con las toneladas de basura que generan y siguen robando electricidad de los postes.

Tianguis en la vía pública de Iztapalapa.

Los ambulantes también son uno de las factores que hasta el momento, ha frustrado uno de los programas más ambiciosos de la actual administración. El Plan Maestro para el rescate y reactivación de los 8 barrios de Iztapalapa, megaproyecto de desarrollo urbano, fue anunciado como un gran logro y fruto del diálogo con los vecinos del centro histórico.

Sin embargo, en los hechos, los ambulantes agrupados en la Unión Cuitláhuac, y los Pueblos, Barrios y Mayordomías de Iztapalapa, frenaron el proyecto, que tiene la participación activa de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

Líder de ambulantes en asamblea de los 8 Barrios.

Otro megaproyecto de desarrollo urbano que al momento está detenido, es el del Museo Papalote Iztapalapa que, según anuncio el propio Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, será construido en el polígono del Cetram Constitución de 1917.

Si bien es cierto que este megaproyecto corresponde al gobierno central, su construcción y puesta en marcha transformará radicalmente la zona de mayor afluencia de habitantes de la zona oriente y afectará la vida de miles de vecinos de las colonias cercanas al metro Constitución de 1917.

Maqueta del Museo del Papalote.

Al momento ni la delegación, ni el gobierno central han dado a conocer planes de amortiguación de los efectos de este megaproyecto entre los vecinos de la zona que padece un desabasto crónico de agua, y acumulación de basura, además de los problemas derivados del Cetram.

En el tema de la movilidad, vale recordar que Anguiano Flores hizo parte de su campaña en bicicleta, inclusive, el pasado Día Mundial sin Auto, la jefa delegacional hizo el traslado de su casa a su oficina en su bici, sin embargo la promesa de construir biciestacionamientos afuera de las estaciones del Metro en Iztapalapa es a la fecha letra muerta. Ni siquiera afuera del edificio de gobierno delegacional existe un lugar adecuado para ese fin.

Dione Anguiano Flores en bicicleta.

Tampoco se trabaja en la prometida investigación para diseñar y construir ciclovías al interior de la delegación para comenzar a solucionar la epopeya que para los iztapalapenses representa trasladarse dentro de la delegación donde viven.

Gaceta de Iztapalapa solicitó formalmente una entrevista con la Jefa Delegacional, Dione Anguiano Flores, para hablar de su primer año de gobierno. La respuesta oficial fue. “Te vamos a agendar la cita”. Al momento la gobernante de Iztapalapa no ha tenido tiempo para recibirnos.

Para saber más, lee el boletín que hizo circular la delegación. Dale click al archivo .pdf de aquí abajo:

iztapalapa-1-informe-de-dione