Si bien la implementación de soluciones tecnológicas es determinante en la integración de los servicios de las urbes con sus habitantes, no es lo único para que una ciudad se considere “inteligente”, aseguró Bernardo Ortíz, director para América Latina de IBI Group.
Al presentar su visión sobre el futuro de las ciudades del mañana, en el marco del
encuentro Smart Cities Exchange, Ortiz destacó la necesidad de que sean las personas las
que estén en el centro de la discusión de las políticas públicas y de la toma de decisiones.
“Una ciudad del futuro no sólo es tecnología sino que es una visión integral que sitúa al
ciudadano en el centro de la planeación.
Normalmente la atención y el servicio a los ciudadanos no han sido puestos en el centro de las prioridades y le temas de las ciudades inteligentes es empoderarlas al ciudadano”, destacó Ortiz.
Sobre el caso de la Ciudad de México, el egresado de la maestría en transporte por el Massachusetts Institute of Technology (MIT, por sus siglas en inglés), propone una instancia semejante a la de un city manager metropolitano que gestione una mejor operación de la movilidad en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), que cuente con facultades presupuestarias, y que además sea un organismo blindado en materia de decisión e injerencia política.
En este sentido, el director de IBI Group para América Latina se pronunció porque la planeación de las ciudades no dependan de periodos de gobiernos o de colores de partidos políticos, sino de una visión de largo plazo que integre todas las visiones. El especialista consideró que con las condiciones actuales sobre desarrollo urbano, planificación e integración de servicios, así como en el grado de participación ciudadana, la Zona Metropolitana del Valle de México requerirá de 20 a 25 años para lograr transformarse en una ciudad inteligente, una ciudad del futuro.
En la capital del país, IBI Group trabajó en la creación de los lineamientos con los que se desarrolló el proyecto de recuperación y rediseño de los Centros de Transferencia Modal, conocidos, como Cetrams, bajo la visión de integrar el transporte público al entorno urbano, privilegiando la multimodalidad y la accesibilidad tecnológica. “Esto no ocurre todavía de forma real en la Ciudad de México. Tenemos el Suburbano, en Buenavista, que es muy complicado acceder y no llegas a ningún lado. También la competencia entre rutas”, detalló.
Consideró que el ejemplo de Buenavista y otros como la dinámica desordenada que prevalece en el paradero de Indios Verdes, deja al descubierto la “falta de visión Metropolitana, que permita tratar la ciudad como una verdadera Zona Metropolitana, que se nota, por ejemplo, con la falta de conexión de las líneas de Mexibús, que llegan a los límites de la ciudad”.
Ortiz explicó que para lograr que una ciudad sea considerada como una smart city, la tecnología sólo debe ser la línea guía, sin embargo, es necesario fortalecer la institucionalidad, gobernanza y la participación ciudadana para el desarrollo sea realmente integral.
IBI Group es una consultoría de origen canadiense con presencia local y global en la que un equipo de los mejores arquitectos, ingenieros, planeadores, diseñadores y profesionales de la tecnología trabajan de la mano para crear entornos urbanos sustentables y tecnológicamente desarrollados que mejoren la calidad de vida.(Boletín)