Iztapalapa, 6 de marzo.- Desde hace algunos años la Ciudad de México enfrenta un proceso de desindustrialización que se ha traducido en abandono de inmuebles y predios que deben recuperarse para actividades económicas diversas y nuevos giros que generen productos de alto valor agregado, amigables con el medio ambiente.
Así lo propuso la presidenta de la Asociación de Empresarios de Iztapalapa (AEI), Rubí Sánchez, en reunión con el director para Europa de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Bernardo Aguilar Calvo, ante quien expuso la necesidad de vincular a las empresas de la zona con potenciales inversionistas del viejo
continente que vengan a complementar, sobre todo a pequeñas y medianas empresas. “Las empresas que migran, dejan espacios económicos y sociales que se traducen en desempleo, pobreza y violencia, por lo que deben re utilizarse para el desarrollo de parques industriales y más empresas” señaló Rubí Sánchez, presidenta de la AEI.
Resaltó que la inversión extranjera debe ser bienvenida, pero solo como un complemento de la inversión nacional, ya que la prioridad deben ser los empresarios mexicanos, sobre todo los pequeños y medianos.
El director para Europa de la Cancillería, Bernardo Aguilar, expuso a los afiliados de la agrupación empresarial las ventajas que hoy tiene México a través de los convenios y tratados en el viejo continente y delineó los mecanismos con los que hoy se cuenta para aprovechar oportunidades de inversión y comercialización.
La presidenta de la AEI puso especial énfasis en conocer las experiencias europeas para generar clusters que maximicen el aprovechamiento de recursos y fomenten el desarrollo de tecnologías en la Ciudad de México.
Entre los sectores estratégicos que considero pertinente vincular con inversionistas de la zona destacan, la rama de la biotecnología, ingeniería biométrica, alimentos, sector salud y servicios.
De cara a los tiempos políticos que se avecinan para la capital y para el país, Rubí Sánchez dijo que los empresarios organizados de Iztapalapa elaborarán propuestas y participaran en la construcción de políticas públicas que fomenten el desarrollo económico y, sobre todo, que haya beneficios tangibles para las empresas y sus trabajadores, al margen de ideologías.