Iztapalapa, 30 de julio.- La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, inauguró la Planta Productora de Biodiésel en la Central de Abasto (CEDA), desarrollada en colaboración con el Instituto Politécnico Nacional y la cual tuvo una inversión de 4.5 millones de pesos, misma que permitirá producción del biocombustible para la operación de hasta 200 unidades de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), mediante la recolección y aprovechamiento de los aceites comestibles de desecho provenientes de las cocinas de los hogares, mercados y negocios de la Ciudad de México.
“Este trabajo que hemos realizado en la Central de Abasto para nosotros es un orgullo, por ello, quiero agradecer enormemente la colaboración que hemos tenido con el Instituto Politécnico Nacional y la labor de la Secretaría de Educación, Ciencia y Tecnología; es una colaboración que hemos hecho en distintas áreas del Gobierno, no solamente en lo que tiene que ver con Central de Abasto, también en muchos temas de la pandemia, pero en Central de Abasto es nuestra convicción de que la Academia y el Gobierno tienen un potencial enorme de desarrollo”, dijo.
Luego de realizar un recorrido por el Laboratorio de Innovación en Bioenergía en la CEDA, Sheinbaum Pardo destacó que el objetivo es convertir a la Central de Abasto en un “Centro de Energía Renovable” mediante tres proyectos: Planta Productora de Biodiésel; colocación del Sistema de Paneles Fotovoltaicos que permitan generar energía renovable; y un Biodigestor para aprovechar la basura que se genera en el lugar y convertirla en energía o como fertilizante.
“Esta Planta de Biodiésel es una planta que utiliza como materia prima el aceite usado de cocina que todos usamos en nuestros hogares, que usan fábricas de alimentos, y restaurantes y servicios. Y a partir de un procesamiento industrial se convierte en biodiésel, que debe ser usado al 10 por ciento en combinación con el diésel que viene del petróleo para mantener los motores de un vehículo de diésel y, al mismo tiempo, reducir emisiones tanto de gases de efecto invernadero, como de contaminación local”, abundó.
La mandataria capitalina también resaltó las acciones que se han llevado a cabo para atender la pandemia derivada del Coronavirus (COVID-19) y el reforzamiento de las medidas sanitarias en la CEDA, gracias a la coordinación con las Secretarías de Salud (SEDESA); de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI); así como de las autoridades, locatarios y visitantes en las instalaciones.
“Con base en lo que hicimos en la Central de Abasto, es que estamos trabajando en las Colonias de Atención Prioritaria. Es un seguimiento informativo, de pruebas, aislamiento de personas que resultan positivas, y esto nos permitió controlar un brote que se generó en algún momento de la pandemia en la Central; y ha permitido que la Central, sin cerrar y, al contrario, manteniendo toda su potencialidad económica, pueda seguir desempeñando su labor”, dijo.
También informó que, entre 2019 y 2020, se han invertido mil millones de pesos para el mantenimiento y conservación en la red de drenaje, agua potable, repavimentación de patios, construcción del Puente Vehicular en Circuito Interior y Eje 6 Sur, el Centro de Comando y Control (C2) para fortalecer la seguridad mediante cámaras de videovigilancia, entre otras, en beneficio de los 500 mil visitantes diarios y 90 mil trabajadores.
La secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI), Rosaura Ruíz Gutiérrez, indicó que la Planta de Biodiésel tiene una capacidad instalada de producir mil 500 litros por día de biodiésel, lo cual contribuye con el 25 por ciento de la meta propuesta de producción de biodiésel incluida en las estrategias del programa “Ciudad Solar” del Gobierno capitalino para mitigar emisiones de bióxido de carbono por 6 mil toneladas anuales.
“Esta planta utiliza una tecnología nacional patentada por el Instituto Politécnico Nacional, que fue desarrollada por un equipo de investigadores del Laboratorio Nacional de Desarrollo y Aseguramiento de la Calidad de Biocombustibles del Politécnico. Son expertos que se han orientado a la meta de generar alternativas verdes de producción de biodiesel a partir de aceite comestible residual”, abundó.
Explicó que es un proceso que no genera residuos, no utiliza agua, es de alta eficiencia energética con un rendimiento de litro por litro, es decir, con un litro de aceite se obtiene un litro de biocombustible; compite con la oferta del mercado actual y que cumple con los estándares nacionales e internacionales. Adicionalmente, en el proceso de producción, se obtiene también glicerina como producto de valor agregado.
El director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Mario Alberto Rodríguez Casas, informó que este proyecto representa la innovación tecnológica en nuestro país, fue diseñada y construida con las normas emitidas por la Secretaría de Energía del Gobierno de México, además, el producto generado estará certificado por el Laboratorio Nacional de Desarrollo y Aseguramiento de la Calidad de Biocombustible del IPN, de conformidad con las normas internacionales en la materia.
“También el establecimiento de un Laboratorio de Innovación en Bioenergía -con sede en la Central de Abasto de la Ciudad de México-, será un espacio de aprendizaje y generación de nuevo conocimiento al estar abierto a estudiantes y académicos de cualquier institución educativa mediante un programa de difusión de ciencia y tecnología”, refirió.
El coordinador general de la CEDA, Héctor Ulises García Nieto, resaltó los avances que se han llevado a cabo en el lugar como son la sustitución de pavimento y renovación de infraestructura hidráulica; instalación de un Punto de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (PILARES); el C2-CEDA; el Centro de Acopio y Recuperación de Alimentos ITACATE (Innovar, Transformar, Alimentar, Central de Abasto Tu Espacio); el desarrollo del Sistema de Información de la Central de Abasto (SICEDA) que tiene el objetivo de hacer más eficientes y seguros los procesos vinculados con las actividades administrativas diarias; y el diseño de un modelo de economía circular en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
El proceso de producción de la Planta de Biodiésel está dividido en seis etapas:
1. Recepción y acondicionamiento del aceite. Consiste en un tren de filtrado para remoción de partículas. 2. Recuperación del metanol. Se realiza la preparación del catalizador para llevar a cabo la reacción química. 3. Reacción. Aquí se lleva a cabo la reacción del aceite residual en bioaditivo y una primera etapa de purificación. 4. Acondicionamiento y verificación de la calidad. Purificación final separando geles y otros subproductos. Se realiza la inspección final del producto.5. Producto terminado. El producto es almacenado para recibir un pulido final y ser trasvasado a contenedores para su distribución. 6. Servicios. Destinado para satisfacer las necesidades de intercambio de calor requeridas durante el proceso.
Cabe señalar que es la primera tecnología 100 por ciento mexicana que se desarrolla para producir biodiésel de manera sustentable con total trazabilidad desde las materias primas hasta el producto terminado (solicitud de patente MX/A/2018/015832). El proceso está denominado como IPN-GBD-1000®.
Con respecto a la atención de la pandemia por COVID-19 en la CEDA, García Nieto dijo que se han realizado más de 17 mil consultas médicas, analizado más de 5 mil muestras e identificado durante 14 semanas a mil 400 casos positivos que han sido monitoreados y asilados. La unidad de triage ha valorado a más de 200 usuarios y se han aplicado más de 15 mil cuestionarios para realizar el tamizaje.
Al evento también asistieron el secretario de Desarrollo Económico, Fadlala Akabani Hneide; la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada Molina; y la responsable técnico de la Planta de Biodiésel, Violeta Mena Cervantes.