Iztapalapa, 21 de junio.- La expansión de la epidemia de Covid 19 en Iztapalapa causa estragos al llegar ayer a 7 mil 438 casos confirmados, 5 mil 883 personas recuperadas y 920 muertas, principalmente en las colonias Desarrollo Urbano Quetzacóatl, Carlos Hank González, pueblo de Santa Cruz Meyehualco, y en los barrios de San Ignacio, San José, San Lucas, San Pablo, San Pedro y Santa Bárbara.
El Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) informó que a través del número de emergencia 911, entre el 23 de marzo al 27 de mayo Iztapalapa lidera la lista de alcaldías con mayor número de reportes, seguida de Gustavo A. Madero.
Si bien los datos se corresponden al mes pasado, el desarrollo de la epidemia se ha empeorado en toda la capital desde mayo, tanto como para considerar al Oriente de la Ciudad de México como el foco de la pandemia. La misma alcaldesa Clara Brugada, declaró el 19 de mayo que el Covid 19 “se encuentra prácticamente en cada colonia de la Alcaldía”.
Según el portal Quinto Elemento Lab, a fines de mayo las colonias que más muertes habían reportado por posible COVID-19 son Buenavista, Carlos Hank González, Desarrollo Urbano Quetzalcóatl y Santa Cruz Meyehualco, todas en la alcaldía Iztapalapa, con 31 decesos.
Mientras que con 20 muertes cada uno se encuentran los barrios de La Asunción, San Ignacio, San José, San Lucas, San Pablo, San Pedro y Santa Bárbara.
La información disponible también indica una dispersión de los domicilios de las defunciones en prácticamente todas las colonias y barrios de la Alcaldía por lo que el Semáforo Epidémico seguirá en rojo, sin que se vislumbre siquiera el día en que comience a “aplanarse la curva” epidémica en Iztapalapa, con las graves consecuencias que trae consigo de salud pública, económicas y sociales y para la capital de la República.
La fuerza de trabajo esencial que mueve a la Ciudad de México vive en su mayoría en Iztapalapa y en los municipios “dormitorio” o conurbados del Oriente del Valle de México y para trasladarse tiene que usar un sistema de transporte público concesionado obsoleto en el que la “sana distancia” simplemente pasa desapercibida porque los usuarios tienen que llegar a laborar.
Y aunque en el resto de la capital el uso de la bicicleta como medio transporte sustentable y saludable es cada vez más común en amplias capas de la población, en Iztapalapa donde según los resultados de la más reciente encuesta de viajes Origen – Destino, se encuentra el mayor número de personas que utilizan su bicicleta como medio de transporte para llegar a su trabajo, no hay ni una ciclovía, aunque la emergencia sanitaria que atravesamos exija invertir en la solución al grave problema del contagio masivo en el transporte público.
Finalmente, otro factor que impulsa hacia arriba la curva de la epidemia en Iztapalapa es la necesidad de la gente de salir a comprar provisiones y artículos de primera necesidad. Al prohibir la instalación de los cientos de tianguis de todos tamaños en la demarcación, además de inhibir la fuente de trabajo de por lo menos cien mil personas que oficialmente se dedican al ambulantaje en Iztapalapa, se cortaron las líneas de suministro de la población.
De esta forma los programas impulsados por la Alcaldía obligaron a los ambulantes a salir a buscar dónde trabajar “solo por hoy” y vender sus productos en camionetas y otros vehículos en distintas calles de la alcaldía, y los habitantes que súbitamente vieron cortadas sus líneas de abastecimiento tuvieron que salir a buscar dónde comprar sus productos de primera necesidad, que además llegaron con un sobre precio.