Iztapalapa, 11 de septiembre.- Debido a la falta de políticas estatales enfocadas en resolver el problema de movilidad, así como no tener como prioridad al transporte público urbano, en promedio se pierden 94,000 millones de pesos anuales, según especialistas del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) y de la plataforma SinTráfico.
Estos organismos privados elaboraron en conjunto el estudio El Costo de la Congestión: Vida y Recursos Perdidos, que tiene como objetivo saber cuál es el impacto social y económico por la congestión o embotellamiento vehicular; para ello, se analizaron a las 32 ciudades del país que cuentan con mayor actividad económica.
De acuerdo con el análisis, por el tráfico que hay en estas urbes, los usuarios de transporte público presentan pérdidas de 69,000 millones de pesos en oportunidades de ingreso, mientras los que utilizan automóvil presentan una fuga de 25,000 millones.
En términos de tiempo, se pierden 100 horas anuales promedio por persona. A los usuarios del transporte público el embotellamiento automovilístico les quita 118 horas al año, mientras que a los de automóvil 71 horas.
Durante la conferencia de prensa donde se presentó el estudio, Óscar Ruiz, coordinador de Tecnología y Ciencia de Datos del Imco, explicó la metodología que se utilizó, en donde se aprovechó el big data y la analítica de movilidad de empresas y gobiernos que efectúa SinTráfico.
“Lo que hicimos con los datos de SinTráfico es que vimos que hay excedentes de horas por congestión, sumamos ese excedente de tiempo y pegamos el salario promedio de trabajadores por hora. Lo que tenemos es el costo de oportunidad de esas horas, cuantificamos ese tiempo de una manera que todos entendamos”, aseguró.
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Óscar Ruiz afirmó que estos resultados se deben a que por años se fomentaron políticas públicas que privilegiaron el uso del vehículo privado sobre el transporte público.
“Este estudio es el primero en su tipo, surge porque hay un gran hueco en las políticas públicas orientadas a mejorar la movilidad. Las ciudades mexicanas nunca han medido los efectos de la congestión vehicular que hay sobre la población, no se ha visto si el tráfico afecta en términos económicos. Por ejemplo, el embotellamiento en las 32 ciudades que analizamos cuesta 94,000 millones de pesos anuales, que es el equivalente a tres veces la inversión proyectada para la Ciudad de México en transporte público del 2018 al 2024”, señaló.
“Lo que vemos es que por años se desarrollaron políticas públicas —como desarrollo de infraestructura e incentivos fiscales— que privilegiaban el uso del automóvil y se dejaba de lado el transporte público. No se contempló a todos los sectores de la sociedad y se construyeron ciudades para personas que perciben ingresos altos”, dijo.
En ese sentido y de acuerdo con datos del Imco, de cinco hogares que perciben un ingreso trimestral de 18,900 pesos, uno cuenta con un automóvil. Por el otro lado, de cinco viviendas que obtienen 53,400 pesos trimestrales, una tiene más de tres vehículos.
Eugenio Riveroll, director de SinTráfico, refirió que de las urbes analizadas, las que presentan mayor costo en congestión vehicular son: la Zona Metropolitana del Valle de México, con 47,044 millones de pesos anuales; le sigue Monterrey, con 9,839 millones; Guadalajara, 8,068 millones; Puebla-Tlaxcala, 4,454 millones, y Tijuana, 2,775 millones.
Las ciudades con mayores horas perdidas per cápita son valle de México con 146.45 horas; Toluca, 116.07; Puebla-Tlaxcala, 114.18; Monterrey, 113.36; Acapulco, 112.98, y Guadalajara, 98.44.
El coordinador de Tecnología y Ciencia de Datos del Imco también presentó varias propuestas que podrían revertir esta situación, entre ellas están: desarrollar más estudios para saber la gravedad del problema; invertir en transporte público en proporción a los usuarios que hay, así como desarrollar más infraestructura que favorezca al transporte público.
Aseveró que se deben implementar nuevos esquemas o plataformas que le permitan a la ciudadanía efectuar reportes sobre los sistemas de movilidad.
“También se tiene que contemplar el homologar el cobro de Tenencia para todas las entidades, ajustar las leyes y no permitir que en una entidad se cobre y en otra no. Éste es un impuesto que se puede cobrar de manera fácil y esto también podría desincentivar el uso del automóvil”, acotó.
Por su parte, Eugenio Riveroll puntualizó en que se necesitan sistemas centralizados de información, “es decir, una red de datos que ayude a los usuarios a tomar decisiones para sus traslados, que sepan qué rutas de transporte público les convienen más, conocer los horarios, cuánta capacidad hay”.
“También se debe promover la construcción de vivienda social en zonas centrales y home office, esto mejoraría significativamente la calidad de vida de las personas”, finalizó.(CamilaAyala)